lunes, 25 de agosto de 2008

Soledad con más de uno...

La soledad tiene sus pros y sus contras pero en los últimos meses he aprendido a vivir con ella, a quererla y a contrarrestarla también. Vivir con uno mismo tiene su lado bueno y su lado malo , el bueno nadie se queja de tus malos hábitos , pero tampoco hay quien te diga que no le molestan.
Como mujeres tenemos miles de secretos los cuales no nos gusta darnos cuenta ni nosotras, son la cajita de gusanos que no queremos que nadie vea porque incluso nosotras sábemos que es asquerosa a veces o simplemente tan íntima que trae etiqueta de “Que te importa”.

Pero lo cierto es que lo más fuerte es convivir con los demonios internos y darnos cuenta de nuestro comportamiento a solas…vernos al espejo tal cual somos.

Buscando ese algo que saliera del esquema de lo común , decidí que había que hacerle ajustes a la rutina y estar conmigo en los tiempos de paréntesis estoy confiada que vendrá la catarsis, así como la velocidad, la vida se trata de dejarse llevar y sentir cada cosa que hace y eventualmente surge la sorpresa..

Así pues ya estando en este proceso de “encuentro conmigo”, le vas buscando defectos hasta las piedras , antes de ver los tuyos. Pero seamos francos buscamos defectos por criticar o sólo necesitamos empatía? , ¿Será que la mejor soledad es compartida?

En las relaciones humanas las sorpresas están a la orden del día, digamos que es lo hace que estén ahí en movimiento siempre, deberíamos de ser capaces de brindarnos a nosotros mismos la sorpresa del día a día, aunque para que negarlo siempre es mejor el estímulo de un tercero. Un cumplido o un grito siempre aliviana la culpa de la soledad. Siempre las respuestas serán más espontáneas e incluso carentes de toda hipocresía, lo que creo que finalmente nos vuelve vulnerables y sinceros.

La verdad brutal y absoluta con uno mismo es sin duda la más complicada de sobrellevar incluso de aceptar. Al margen de las opiniones escuchadas desde el comienzo de este proceso de “soledad” , creo que el tomar café sola , leer más detenidamente , respirar con más calma y admirar los zapatos frente al espejo no serían lo mismo sino se tuviera alguien con quien compartirlo.

El proceso de soledad , no implica el cierre total de opciones, sólo aceptar nuevas piezas del juego e incluirlas en la siguiente partida hacernos íntimos, pero ahora con todas las reglas del juego puestas de otra manera de la mejor manera.


Viviendo tan expuestos al estímulo y opción para que cerrar las puertas…

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