viernes, 15 de mayo de 2009

Constante Renovación del Caos

Mi capacidad de escribir medianamente bien, sufrió de un coma inducido desde hace algunos meses, un par, para ser exactos, pero bueno eso de las influencias o lapsus brutus..es tema de otro momento. Sin embargo algo bueno sale del cautiverio creativo y aunado a los viajes de alguien cercano, quien puso en mis oídos una sinfonía chill, escrita en su mayoría en notas de “la”, fue como pensé que si es posible homenajear la belleza y fastuosidad de Insurgentes con un viaje auditivo, porque no dejarse atrapar en lo cotidiano y permitirnos una rendición provocada por el ocio. Comencé mi examen de conciencia al sentarme al frente del vagón sin audífonos a los cuales dirigir mi atención. Y así, voluntariamente me puse frente a 40 minutos de ideas rebotando una con otra. Entonces, de la calma surgió el caos …

El tenía la costumbre de los días tranquilos, sólo con las presiones necesarias de una vida común, pero esa incesante ansia humana, tan poco lógica, de querer revolver las cosas por el puro gusto de hacerlo, le hizo comenzar a pasar tiempo con ella…

En otros lares, a ella se le ve todas las tardes cuando empieza a atenuarse la luz, pasar corriendo con pasos de tacón agigantados hacia el sur sobre la enorme avenida. En momentos parece cansarse, pero es sólo un poco. Si se le acelera el corazón no existe opción a la duda, siempre es a causa de alguien más…

Él gozaba de esa tranquilidad que sólo dan largas conversaciones y tardes de citas perfectas; de esas con cafés que se tornan en paseos y en películas y en risas, hasta que empezamos de nuevo. De poder meterlos al centro de un marco personificarían el más perfecto retrato de familia, aunque con la luz adecuada veríamos lo aburrido de su vida.
Cuando se dio cuenta que la relación en que estaba no era con ella, sino con el ocio compartido de un mullido sillón; sintió como sus caricias lo sofocaban y su voz le reventaba los oídos…La rutina se había vuelto tan estresante y peligrosa como cualquier situación que implicara riesgo extremo.

La mayoría de las veces los cambios repentinos de dirección o los encuentros fortuitos nos asustan, nos sacan de balance pero también de la rutina. Pero necios como somos, un día añoramos esas vueltas de tuerca y otros casi lloramos en busca de algo normal. Pareciera que somos alérgicos a la calma , salir corriendo cual perseguido cuando todo está bien, es tan irónico e ilógico como por propia voluntad quererse poner una pistola en la cabeza ¿De verdad necesitamos el drama para sentirnos bien?...

De vuelta al remolino de la escena; ella, se encargaba tan frecuente como el PH se lo pidiera, de provocar situaciones que le aceleraran el pulso. Su vida vista desde fuera es una constante agitación de acciones y emociones , que como un hoyo negro van jalando cosas a su paso, sin siquiera quererlo.
Poco constante, en Lunes sus ojos brillan y el Martes pareciera que te matan. Se le vio sentada luchando contra las ganas de moverse, 5 minutos después decidió que no había motivo suficiente para hacerlo, y siguió…

Las 9 de la noche y las luces de los coches son los faroles y semáforos a la vez, en la calle sopla el aire de repente y de a poquito se hace de lluvia su olor. Él esperaba paciente en la esquina de la banqueta, esperando que los coches se detuvieran totalmente para pasar sin arriesgar, a la segura, cuando sintió que un enorme bulto lo empujó, o por su cara casi lo arrolló!. Pero la verdad es que no fue así, sólo era ella, quien a falta de paciencia decidió cruzar la calle sin consultar la prisa vehicular, arriesgando sin ver..como siempre. Un barra de bar le espera cuadras adelante.

Lo cierto es que ella no estaba pensando en los pasos que daba, sin culpa, se movía ya por inercia y sólo quería parar!. Una oleada de eventos rápidos la había llevado hasta ahí con vueltas de tuerca y dramas constantes. El exceso se había transformado en su monotonía.

La barra estaba sola y él tan solo, la lleno con su sola presencia y en segundos el drama , se atrajo como imantado. Ante sus ojos, todas las opciones, all in, el antídoto perfecto para su intensiva pereza adquirida, carente de emoción. De la monotonía tradicional.

Al final de dos ejes que parecen totalmente distintos, lo cierto es que no lo son. Tendemos a engañarnos pensando que sólo hay escape partiendo de lo monótono a lo exagerado, pero me permito romper el mito diciendo que no es así. La inercia ocurre en ambas direcciones, hasta que llega el punto en que ambos excesos se vuelven monótonos.
Si algo me dejó el cautiverio bimestral es que lo indispensable no es el drama sino hacer crecer la colección de momentos, un balance que logre ser tan adictivo como relajado; inteligente y simple; dual.
Las notas deben variar sus tonos, y resulta sano si el pulso se acelera varias veces por semana ,se necesita renovar el caos. Sólo reinventando podremos no ser tan cínicos ante el exceso y menos ciegos ante el hábito.

Después de 40 minutos de examen de conciencia mis pensamientos eran los perfectos del ocio…bajé y en efecto fue cuando percibí un olor a lluvia, seguido de una gota sobre mi mano y un escalofrío que me quitó la calma ..por hoy.